domingo, 26 de abril de 2015

TURANDOT (SEGUNDA PARTE)

Turandot (segunda parte)

Llegan los ministros, y los guardias y muchas mujeres se aprestan a la llegada del emperador, quien preside la ceremonia, adorado por su pueblo.

Él mismo rey intenta advertir y detener al príncipe, deseando querer parar con el baño de sangre y no queriendo "cargar con el peso de la joven vida" por las pruebas pero el joven rechaza esa oferta.

Turandot aparece en escena y explica el porqué de su fría actitud frente a sus pretendientes. Una de sus antepasadas, la princesa Lou-Ling, fue violada por un extranjero y dejada por muerta.
 
Ella desea vengarla. Entonces, imponiendo su prueba mortal a todos los príncipes que vienen de distintos reinos para conquistarla se vengaría. Luego, Turandot misma formula los acertijos. El primero es: "¿Quién es el fantasma que cada noche nace de nuevo en el hombre y muere cada día?".

Calaf piensa y acierta respondiendo: "la esperanza". Nuevamente ella pregunta: "¿Qué es lo que flamea como una llama y no es fuego, y arde como la fiebre, pero se enfría en la muerte?", y la respuesta a la segunda adivinanza es "la sangre".

Finalmente, formula su tercera pregunta: "¿Qué es lo que quema como el hielo, y cuanto más frío es, más quema?". Al verlo dudar por varios instantes, Turandot ríe de la suerte del concursante.

Éste, al observarla directamente a los ojos y contemplar su belleza, se reincorpora triunfante y responde: "Turandot”. El consejo de mandarines acepta la respuesta como correcta y el reino se llena de alegría, vitoreando al ganador.

Entonces, ella clama a su padre por piedad para que no entregue a su hija en manos de este extranjero, pero el emperador replica que la palabra fue dada.

El príncipe, al ver la resistencia de la princesa le propone un nuevo acertijo: si ella adivina su nombre antes del alba, él morirá... pero si antes del alba no sabe su nombre se casará con ella. Turandot, naturalmente, acepta la apuesta.

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